Para tal efecto la gerencia se compromete con lo siguiente
Evaluar y conocer todos los impactos ambientales, tanto positivos como negativos, derivados de nuestras actividades y de los servicios que desarrollamos con el fin de reducir y prevenir en lo posible los impactos negativos y promover la ejecución de servicios que contribuyan al desarrollo sostenible de la sociedad.
Cumplir con la legislación vigente en materia de medio ambiente, y en la medida de lo posible superar los requisitos en ella establecidos, así como cumplir con otros requisitos que la organización suscriba, siempre que ello lleve asociado un beneficio ambiental para la empresa o la sociedad en general.
Hacer una utilización sostenible de los recursos naturales, fomentando el uso eficiente de la energía en todas las actividades, reduciendo el uso de los materiales y materias primas, en la medida de lo posible y fomentando las prácticas de reutilización y reciclado.
Gestionar y tratar nuestros residuos de la manera más respetuosa con el medio ambiente y reducir al mínimo la generación de los mismos en nuestras operaciones.
Incluir las consideraciones ambientales en nuestras decisiones de compra, así como en la selección de nuestros suministradores y subcontratistas, siempre que sus actividades puedan incidir en el comportamiento ambiental de la empresa.